Esta película de Michael Winterbottom y Mat Whitecross se basa en la historia real de cuatro amigos británicos que en septiembre de 2001 viajan desde Tipton, en las Midlands inglesas, para asistir a la boda de uno de ellos en Pakistán. Cuando están allí deciden cruzar a Afganistán para ofrecer ayuda humanitaria a las víctimas del ataque genocida tras los incidentes del 11-S. Esto es algo que pagarán muy caro, pues tres de ellos (el cuarto desapareció mientras huyen de las tropas estadounidenses y nunca mas se volvió a saber de él) son apresados por
La película está rodada en tono documental lo que le proporciona un gran verismo al relato. Aquí son los hechos mismos los que proporcionan el tono de denuncia: las palizas, las humillaciones y las torturas, que nos recuerdan tanta situación inhumana que se creía obsoleta, está aquí presente en manos de todos aquellos que aprobaron ciegamente la política exterior de Bush y su tan relamida lucha contre el terrorismo.
Este filme tiene el doble mérito de narrar una historia cruda y cruel con un ritmo que no da pausas. Riz Ahmed, Ferhard Harem y Arfan Usman son los actores aficionados que dan vida al trío protagónico. Los verdaderos protagonistas de la pesadilla también aparecen en el transcurso del filme con pequeñas apariciones a cámara.
El camino a Guantánamo (The road to Guantánamo) recibió el oso de Plata en el Festival de Berlín y es una película que merece verse para conocer por dentro la cárcel de Guantánamo y enterarse de las atrocidades que allí se cometen en nombre de la libertad y la democracia estadounidense.
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