domingo, 3 de mayo de 2015

Wim Wenders: La Sal de la Tierra

Carlos Bonfil, La Jornada

Una belleza fantasmal. El cineasta alemán Wim Wenders ha elegido consagrar su documental más reciente, La sal de la tierra (2014), a la figura y obra del fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado, como antes lo hiciera, memorablemente, en sus aproximaciones biográficas a los directores Nicholas Ray, en Relámpago sobre el agua (1980), o Yasujiro Ozu, en Tokyo-Ga (1985), o a la coreógrafa y bailarina Pina Bausch, en Pina (2011). En esta ocasión, el también realizador de Hammett (1982), doble retrato del detective privado y escritor Dashiell Hammett, y tributo al cine negro, sigue de cerca, sin un orden cronológico convencional, la trayectoria artística de Salgado, fotógrafo social, en colaboración con su hijo Juliano Ribeiro Salgado, co-director y también guionista del documental. La organización del material es atractiva. El fotógrafo comenta su trayectoria artística, sus opciones profesionales a una edad temprana, los años de militantismo político, y lo hace de frente a la cámara, con su rostro apacible y maduro destacado en un fondo negro, como si la entrevista transcurriera en un cuarto oscuro.

ShareThis